Almafuerte fue un campeón sin ningún tipo de discusión. Este domingo mostró su temple en condición de visita y derrotó a Centro Social en un reducto en donde nunca es fácil alzarse con un resultado positivo, mas si tenemos en cuenta que los Brinkmanenses, con tradición ganadora de la mano de Gabriel Giaveno, mantuvieron el plantel que se consagró campeón en la Liga Cordobesa B para ir con todo por el torneo local, siendo un rival de fuste en cada compromiso disputado.
El “tricolor” defendió ferozmente en el 2do. punto, le complicó el camino a exponentes trascendentales de Centro y fue, por sobre todas las cosas, solidario, enarbolando una condición de equipo que es requisito indispensable para la concreción de cualquier objetivo colectivo; y consiguió algo que es muy valioso: abrió el espectro del protagonismo para hallar confianza en otros actores con el fin de no quedar a la sombra de grandes nombres como Rodrigo Álvarez, Sebastian Rossi o el talentoso joven Tomás Acosta. Mario Espeche fue un tirador furioso que emergió en momentos importantes de los playoffs, Alberto Bonancea resolvió sus aportes entre la conducción y conversiones clave y Gonzalo Ferrero fue un obrero útil para la causa, todo eso sumando la mano de Fernando Monteoliva, entre otros.
El flamante campeón en su momento sufrió el parate de la espera por instancia de cuartos, pero sacó a flote la contienda con el siempre complicado Devoto. Se vio las caras con el, por momentos sorprendente Unión de San Guillermo dejándolo en el camino en una llave trabajosa y cuando se topó en la final con Centro Social, allanó el sendero con amplias diferencias en el partido inicial y lo fue a buscar en la ciudad de Brinkmann, para barrer así el duelo 2-0 y no dejar dudas de su valía como plantel.
Como representante de la Asociación de San Francisco, Almafuerte (campeón por primera vez en la Morterense) se sumó a lo que había sido en su momento el logro de San Isidro hace 21 años, participando en un Interasociativo.
En el año 1992, el sanfrancisqueño lograba el titulo en un certamen administrado por la Asociación Morterense; otro de los forasteros que inscribió su nombre en la competencia local fue Central de Ceres, campeón en el año 2001.
Otro dato particular fue que Gabriel Giaveno dirigió su 29º final: 25 con 9 de Julio de Morteros y las 4 restantes con Centro Social. En ese ínterin logró 16 títulos con el “celeste” y 3 con Centro Social de Brinkmann.
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