Con mensajes contradictorios entre Naciones Unidas y la ciudad de Nueva York en torno de la pandemia del coronavirus, la sede del principal organismo multilateral se prepara para recibir este martes a un centenar de dirigentes en su 76 Asamblea General anual, por primera vez desde 2019 con mayoría de asistencias presenciales.
El secretario general del organismo, Antonio Guterres, marcó el terreno al señalar que esta nueva reunión -que tendrá la vista puesta en Afganistán y la desigual distribución de vacunas, entre otros temas- lanzará un «grito de alarma» por la situación «muy peligrosa» en la que está el mundo.
«Es necesario restablecer la confianza. La división geoestratégica actualmente en el mundo es un obstáculo», el planeta está «verdaderamente en una situación muy peligrosa» y se necesita «un grito de alarma para los responsables políticos».