La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) hizo pública su preocupación por el aumento de la superficie labrada en la Argentina durante la última campaña 2020/21.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires creció 3% este último año.
Si bien Aapresid entiende que “las causas de esta situación puede ser variadas e incluso estar relacionadas al costo de los insumos“, también advierte sobre “el aspecto físico y las consecuencias sobre el recurso suelo“.
El problema que destaca la entidad es que “se necesitan al menos 20 años sin intervenciones del suelo para alcanzar la estabilidad del sistema y lograr que se visibilicen todos los beneficios de la Siembra Directa”, y aún peor: “Cada labranza que hagamos nos retrotrae al día cero (J.C. Moraes Sa, 2003)”.
Cabe destacar además que “numerosos trabajos de investigación demuestran que el incremento de la actividad agrícola, caracterizado por la elevada frecuencia del cultivo de soja, la falta de rotaciones con pasturas y las labranzas han producido una notable disminución de los niveles de materia orgánica (MO) de los suelos (Sainz Rosas H. y col., 2019)”.
Fuente: Infocampo