Desde el área de agrometeorología de la Bolsa de Comercio de Rosario, indican que el trimestre previo a diciembre, los efectos negativos del segundo enfriamiento consecutivo del Pacífico Ecuatorial central -que indica el desarrollo de La Niña- quedaron totalmente neutralizados por los mecanismos atmosféricos de escala regional.
El nuevo año se inicia en un contexto distinto y más acorde con la influencia negativa del forzante “La Niña”. Con reservas de agua en el suelo en las que prevalecen las condiciones de escasez.
Según los modelos de pronóstico, los diez primeros días no aportarán una oferta de agua que satisfaga los requerimientos inmediatos de la región núcleo, pero habrá condiciones de inestabilidad, adelantan los analistas de la entidad rosarina.
Hasta el miércoles 5 se prevén condiciones de gran inestabilidad, con el probable desarrollo de lluvias y tormentas sobre la zona núcleo. Las tormentas que puedan desarrollarse serán de manera aislada, errática y con fenómenos de corta duración.
Sin embargo, según los modelos de pronóstico, anticipan que habrá que esperar a la segunda década de enero para que los mecanismos atmosféricos de escala regional vuelvan a contradecir la lógica y aporten una cuota de agua que permita continuar el desarrollo de la campaña con un mínimo de pérdidas de rendimiento.
Fuente: Infocampo