Desde la segunda mitad de 2019 prevalecieron las tendencias descendentes en todos los grandes ríos de la cuenca del Plata, con una sensible disminución de los aportes de los afluentes menores.
Esto se debe a la fuerte variabilidad climática regional con una sequía casi generalizada, presente en la gran cuenca del Plata en los últimos quince años, comenzando por la del río Paraguay.
Esta disminución del caudal de agua tiene un impacto directo en el abastecimiento para consumo humano, generación de energía, navegación y reproducción, y alimentación de la fauna, entre otros requerimientos.
Manteniéndose el período de sequía se condiciona fuertemente toda la logística relacionada con el mantenimiento de la vía fluvial y la logística de la navegación. También los procesos de potabilización del agua urbana, reduciendo la disponibilidad del recurso en todos los países de la región.
Costos muy altos para el sector agroindustrial-exportador
En estos últimos dos años, la situación de extrema bajante del Río Paraná y la cuenca del Plata en general, provocó costos muy altos para el sector agroindustrial-exportador del Up-River.
La posibilidad de cargar menos tonelaje por buque y de relocalización de las cargas, entre otras varias incidencias que esta situación genera, incrementa el costo de colocar la producción nacional en los mercados externos y genera pérdidas de competitividad para la cadena en su conjunto.
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