En el Coliseo Romano se llevó a cabo el tradicional Vía Crucis. Francisco pidió que «los adversarios se den la mano» y que se sigan «proyectos de paz».
«Tómanos de la mano, como un Padre, para que no nos apartemos de ti; convierte nuestros corazones rebeldes a tu corazón, para que aprendamos a seguir proyectos de paz», pidió el Pontífice durante la celebración que encabezó frente al histórico monumento de la capital italiana.
«Lleva a los adversarios a darse la mano para que gocen del mutuo perdón, desarma la mano levantada de su hermano contra su hermano para que donde haya odio florezca la armonía», agregó luego el Papa durante una celebración que estuvo marcada por el conflicto abierto tras la invasión rusa hace más de 50 días.
El conflicto entre Ucrania y Rusia estuvo también presente en la estación 13 de la celebración, en la que los textos fueron escritos por una mujer de cada país, Irina y Albina, que luego cargaron juntas y en silencio la cruz junto a sus familias.