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Se trata de una enfermedad ginecológica benigna pero crónica, que hasta la actualidad no presenta cura.
No obstante, con un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno, su pronóstico es bueno.
La endometriosis se produce cuando caen pequeñas gotas de sangre menstrual en el interior de la pelvis y no se degrada. Si bien en la mayoría de los casos esta sangre logra eliminarse con apenas pequeñas molestias, aproximadamente un 15 por ciento de las mujeres no lo consigue.
Así, se originan implantes o quistes endometriósicos en la pelvis y en sus órganos internos, que crecen cada mes y provocan dolores cada vez más intensos, generando gran inflamación.
Según estimaciones realizadas en España, una mujer tarda una media de 7 años en ser diagnosticada. Por ello, el equipo de especialistas indica que es clave realizar una consulta médica ante dolores menstruales que impiden hacer las tareas habituales, ante dolores intensos durante las relaciones sexuales, o si existe dificultad para conseguir un embarazo.
Asimismo, insisten en la importancia de que las y los profesionales de salud piensen en endometriosis si una paciente, cualquiera fuera el motivo de la consulta, da cuenta de esos síntomas y no dejar pasar esta oportunidad diagnóstica.
