Tras las importantes lluvias que se dieron durante marzo, que permitieron darle un respaldo final a los cultivos de gruesa así como recomponer las reservas de cara a la siembra fina, aunque también provocaron problemas en algunas zonas, abril comenzó con precipitaciones no tan abundantes y los pronósticos tanto a corto como a mediano plazo marcan que esta tendencia continuará.
Fuente: Infocampo