Un 9 de febrero de 2017, el presidente de Islandia (Guðni Th. Jóhannesson) preguntó en Twitter si la pizza debía llevar ananá o no. El tweet provocó tal revuelo, y se hizo tan viral, que la UNESCO decidió que la pizza debía ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Por lo tanto, en el año 2017 la pizza ha sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, debido a su rol en la vida social y la transmisión de este arte culinario entre generaciones.
Fue aprobado por el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en reunión efectuada en la isla de Jeju (Corea del Sur), respaldado por una petición mundial de más de dos millones de firmas.