En el año 2007 se instituyó el 18 de febrero como “Día Internacional del Síndrome de Asperger” en memoria del nacimiento de Hans Asperger con el fin de sensibilizar, difundir y concientizar acerca de esta condición.
El síndrome de Asperger se caracteriza por determinadas dificultades en la utilización del lenguaje, en la comunicación y relación con otras personas, y en la existencia de una gama restrictiva de intereses y actividades. Es un trastorno del espectro del autismo en el que el cociente intelectual es completamente normal, y con los apoyos adecuados se puede alcanzar una formación académica y un nivel de empleo similar al del resto de personas. Aportan, además, una extraordinaria memoria y motivación para obtener resultados cuando las condiciones del entorno son claras y predecibles.
En los últimos años se han producido avances en su visibilidad social, en el diagnóstico, en la investigación y en el tratamiento del síndrome.