«Listo para aprender y prosperar: salud en la escuela y nutrición en el mundo», la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) relevó que una de cada tres escuelas del mundo no tiene agua potable y casi la mitad carece de instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón.
Advierte el organismo que esta situación no solo afecta la salud de niñas y niños, sino que también «limita su capacidad de aprender».
Según el texto de la UNESCO, «los niños de países con bajos ingresos tienen menos probabilidades de asistir a las escuelas que ofrecen esos servicios básicos y la cobertura es más débil en África subsahariana y en el Pacífico».
Esta falta de infraestructuras impide a las escuelas ofrecer «un entorno seguro que proteja contra las enfermedades, el Covid, los parásitos, las enfermedades respiratorias, la diarrea».