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Se hizo a la hora 8:45, en el salón del club Centro Social y asistieron los alumnos de los niveles inicial y primario. Asistieron directivos del club, encabezados por su presidente, Ing. Sebastián Scalerandi; el Gerente de Mutual Centro, Cr. Mario de Paul; y otros funcionarios. Hubo una concurrencia muy notable de familiares, que le concedió un marco muy emotivo para toda la comunidad educativa. El acto estuvo presidido por la directora, Lic. Lucila Alias.
El cuerpo docente del nivel inicial tuvo a su cargo la organización del acto, que se inició con el ingreso de la bandera anfitriona (las demás del nivel primario, ya estaban ubicadas); luego fue el Himno Nacional Argentino; y, seguidamente se interpretó el “Himno a Sarmiento”, respondiendo a la Ley 16770, de 1965, que manda a que éste se ejecute inmediatamente luego de la canción patria en todos los actos formales de las escuelas primarias y, más aún, teniendo en cuenta el nombre del instituto, se instituyó a partir de esta ceremonia dicha práctica.
Luego lo sucedieron las palabras alusivas a la fecha histórica por parte de dos docentes: Cynti Chávez y Agustina Ríos. Se retiraron las banderas y culminó con una representación artística, encarnada por los niños de la salita de tres años, todos vestidos a la usanza de la época y caracterizando a los distintos personajes como las vendedoras de pastelitos, las lavanderas, el lechero, el vendedor de velas, el gaucho, etc.
Es imaginable suponer que esta tierna escena, para ciertos chicos fue dramática, puesto que unos participaban muy tranquilos con la situación y otros -en cambio- entre lloriqueos y llantos más pronunciados, buscaban con un poco de desesperación, los brazos de sus padres o abuelos. Es entendible, son muy chiquitos y no comprenden aun estas circunstancias.
Hicieron un breve desfile ante la concurrencia, también, los alumnos de la sala de cuatro y cinco años, que en -el conjunto- generaban un cuadro simpático que nos remitía, nostálgicamente, no solo a imaginar cómo habrá sido aquel 25 de Mayo de 1810, sino -además- nos transportaba emocionalmente a nuestros tiempos de la infancia, cuando protagonizábamos idénticos roles que los chicos de hoy, lo que revela la importancia que -a través de los tiempos- fue conservando esta efemérides sustancial en la historia de nuestra patria.
Finalizó el encuentro con fotos colectivas y la satisfacción de todos los adultos presentes por la adhesión a lo que es un hecho muy arraigado al sentimiento de los argentinos y que motorizó -desde aquella vez original- que cada año se repite, y es el grito -como un sentimiento profundo- de ¡¡¡Viva la Patria!!!
